viernes, 12 de agosto de 2016

Realidad: Verdad 5


No la vi al siguiente, ni el resto de la semana.
Aún así, el viernes por la noche, la esperé fuera de la tienda dónde nos encontramos el lunes.
No sabía porqué lo hacía, quiero decir ¿qué iba a hacer si la veía otra vez? Luego de ver cómo se había comportado ¿cuáles eran las probabilidades de que ella quisiera volver a mi casa? O por lo menos, volver a hablarme. A lo que me llevaba, ¿por qué había actuado así?
¿Y sí tenía novio?
La imagen de un ruso de dos metros cargando un lanza-granadas vino a mi cabeza apenas me hice la pregunta. A como sabía que era, seguramente ella le diría que la había intentado violar o algo así, entonces el tipo me haría explotar antes de poder explicarle y, mientras mis intestinos volaban por los aires, ella estaría burlándose con su característica carcajada de bruja. ¡Maldita zorra!